Descongelación

La congelación permite que el alimento mantenga las propiedades que tenía previamente a la congelación. El descongelado correcto de algunos alimentos es primordial en su sabor, textura y calidad final del producto. La descongelación del producto puede realizarse por las siguientes formas:

• Frigorífico: los productos vegetales pueden ser descongelados colocados en el frigorífico dentro de su envase correspondiente, esta forma de descongelación ayuda a mantener la calidad de los alimentos.
• Temperatura ambiente: consiste en dejar descongelarse los productos a temperatura ambiente. Es uno de los métodos más utilizados en las cocinas tanto industriales como domésticas, pero su uso no es aconsejable ya que puede favorecer la multiplicación de microorganismos que contaminen el producto.
• Microondas: este método calienta con gran rapidez los alimentos. Su funcionamiento se basa en un sistema generador de ondas electromagnéticas que agitan las moléculas de agua de los alimentos haciendo que éstas se froten entre sí, calentando los alimentos por fricción.

• Horno de convección: el aire gira de manera circular por su interior, de forma que el calor se reparte de manera que el alimento queda cocinado de forma uniforme. La cocción puede llegar a ser un 30% más rápida que en un horno clásico, la temperatura de cocción es más baja y se puede controlar de manera exacta el tiempo gracias a una sonda.
• Horno de convección vapor: a las características de un horno de convección normal, hay que añadirle la posibilidad de la cocción al vapor, al vacío o regenerar elaboraciones sin llegar a resecarlas.
• Descongelación por alta presión: se trata de una técnica muy reciente en el campo alimentario (1990) y en los últimos tiempos ha pasado de ser una buena técnica de esterilización de alimentos a ser una realidad comercial. En líneas generales, se puede afirmar que la alta presión favorece y mejora la calidad sensorial y la conservación de alimentos.