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Derivación

Curso Gratuito Español


El español, lengua en que las palabras tienen por lo general dos o tres sílabas, prefiere entre los métodos de formación de palabras la derivación, ya que su escasez de monosílabos restringe y hace más incómoda la composición. Consiste aquel procedimiento en la suma de distintos tipos de afijos a palabras primitivas para formar otras nuevas (neologismos), llamadas derivadas. Los afijos del español provienen en su mayoría del latín y bastante menos del griego, aunque existen otros de diferente origen. Los prefijos se sitúan antes del lexema; los sufijos, antes de los morfemas constituyentes de género y número en el caso de los sustantivos y adjetivos, y antes de los morfemas constituyentes de modo, tiempo y aspecto en el de los verbos; y los interfijos antes de estos últimos y después del lexema. Los tres circunfijos del español rodean al lexema. En Hispanoamérica, hay sufijos muy diferenciados; uno de ellos es -dera, que se emplea sobre todo en México, Centroamérica y en el área caribeña (también en las islas Canarias), y designa «acciones continuadas, intensas o repetidas»: llovedera, preguntadera, platicadera, vomitadera, lloradera, robadera, etc. El sufijo -ido ha creado neologismos en América como llorido, rebuznido, relinchido, toquido (‘ruido que se hace al tocar’) o chiflido (de chiflar, ‘silbar’). Los sustantivos terminados en -azo también son bastante comunes: en Bolivia, nortazo y surazo designan vientos.