Derivación
Curso Gratuito Español
Índice
- Morfología
- Flexión
- Derivación
- Prefijos
- Sufijos
- Sufijos y sufijoides del español de origen griego
- Sufijos y sufijoides de origen latino
- Sufijos de origen germánico
- Parasíntesis
- Composición
- Creación de palabras
- Sustantivo
- El género
- El número
- Las reglas de pluralización
- Artículos definidos
- Demostrativos
- Posesivos
- Numerales
- Indefinidos
- Interrogativos y exclamativos
- Pronombre
- Clases de pronombres
- Cuadro de usos de los pronombres personales
- Adjetivo
- Apócope
- Grado
- Sustantivación
- Sustantivación
- Verbo
- Modos Verbales
- Desinencias de la conjugación regular
- Conjugación regular
- Conjugación perifrástica
- Lista de perífrasis verbales del español
- Verbos irregulares
- Adverbio
- Conjunción
- Preposición
El español, lengua en que las palabras tienen por lo general dos o tres sílabas, prefiere entre los métodos de formación de palabras la derivación, ya que su escasez de monosílabos restringe y hace más incómoda la composición. Consiste aquel procedimiento en la suma de distintos tipos de afijos a palabras primitivas para formar otras nuevas (neologismos), llamadas derivadas. Los afijos del español provienen en su mayoría del latín y bastante menos del griego, aunque existen otros de diferente origen. Los prefijos se sitúan antes del lexema; los sufijos, antes de los morfemas constituyentes de género y número en el caso de los sustantivos y adjetivos, y antes de los morfemas constituyentes de modo, tiempo y aspecto en el de los verbos; y los interfijos antes de estos últimos y después del lexema. Los tres circunfijos del español rodean al lexema. En Hispanoamérica, hay sufijos muy diferenciados; uno de ellos es -dera, que se emplea sobre todo en México, Centroamérica y en el área caribeña (también en las islas Canarias), y designa «acciones continuadas, intensas o repetidas»: llovedera, preguntadera, platicadera, vomitadera, lloradera, robadera, etc. El sufijo -ido ha creado neologismos en América como llorido, rebuznido, relinchido, toquido (‘ruido que se hace al tocar’) o chiflido (de chiflar, ‘silbar’). Los sustantivos terminados en -azo también son bastante comunes: en Bolivia, nortazo y surazo designan vientos.